viernes, 9 de octubre de 2009

FODA

Fortaleza

· Sociable
· Dedicada
· Respetuosa
· Solidaria
· Me gusta escuchar a los demás
· Clara con mis objetivos
· Reconocer mis errores

Oportunidades
· Estudiar una carrera profesional
· Tener el apoyo incondicional de mis padres

Debilidades
· Tímida
· Renegona
· Resentida
· Orgullosa
· Sensible
· Poca paciencia

Amenazas
· Competencia con otros administradores
· Envidia profesional





domingo, 4 de octubre de 2009

Historia del Ajedrez

El ajedrez es más que un juego de habilidad. En cierta forma, nos dice muchísimo del modo en que los seres humanos vivían en los tiempos medievales. Si observamos el modo en que se colocan y se mueven las piezas, nos daremos cuenta que el ajedrez es una lección de historia en miniatura.
El ajedrez se jugó durante muchos siglos en China, India y Persia. En el siglo VIII, los ejércitos Moros invadieron Persia y aprendieron el juego de los persas. Cuando los Moros más tarde invadieron España, los soldados llevaron consigo al ajedrez. Pronto, los españoles comenzaron a jugar y desde allí el juego se expandió a toda Europa.
Fueron los europeos quienes les dieron a las piezas sus nombres actuales, seguramente debido a que les costaba pronunciar y escribir los nombres en persa. De este modo, modernizaron el juego para que reflejara el modo en que vivían. Hoy en día, los nombres de las piezas han perdido su significado, pero hace cientos de años, esos nombres representaban el modo de vida de las personas ordinarias y las de alto rango.
Los peones representan a los siervos. Hay más de ellos que de cualquier otra pieza y con frecuencia se sacrifican para salvar piezas de más valor. En los tiempos medievales, los siervos eran considerados propiedad de los terratenientes, simples bienes. Se los dejaba desprotegidos en las guerras, podían ser intercambiados, usados como distracción, e incluso sacrificados para mantener a salvo a los terratenientes.
La torre es el hogar o el refugio, del modo en que lo era en la Edad Media. El caballo representa al soldado profesional del Medioevo cuyo trabajo era proteger a las personas de rango. En el juego, son más importantes que los peones, pero menos valiosos que los alfiles, los reyes o las reinas.
El alfil del juego de ajedrez representa a la iglesia, una fuerza poderosa y rica en los tiempos medievales y que jugaba un importante papel en la vida de las personas. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que una figura que representa el concepto de la religión encontrara su lugar en el juego.
La reina es la única pieza que representa a una mujer, y es la más poderosa del juego. En la Edad Media, las reinas ostentaban una posición de poder, aunque precaria. El rey generalmente se guiaba por sus consejos y en muchos casos la reina creaba intrigas en la corte. Las maquinaciones de las reinas trabajando ya sea en contra o a favor de sus reyes fueron bien documentadas a través de la época medieval, y muchas veces ellas ostentaban más poder que los reyes.
El rey es la pieza más alta del tablero, y es defendido en el juego con el mismo afán con que se defendía en la vida medieval. En esa época, la rendición del rey implicaba la pérdida del reino en manos de los invasores. Era del interés de todos, desde el más humilde sirviente al oficial de más rango, mantener al rey a salvo. El rey es la pieza más importante pero no la más poderosa del juego. Si se pierde al rey, se pierde el juego.La próxima vez que prepare el tablero para jugar un par de juegos, piense en el ajedrez como una lección de historia. Las piezas en el tablero representan un modo de vida que ya no existe, y los dramas de la vida real que ocurrían en tiempos medievales, ahora son solo un juego.


Mi Árbol Y Yo

Hoy 30 de septiembre del 2009 a horas 12:10 am. , adopte mi árbol la cual fue una labor asignada por el Catedrático Mg. José Ángel Meneses Jiménez el cual nos enseña el curso de Administración de Personal, el cual se motivo a darnos esa tarea por el poco interés en el cuidado que se tienen con estos seres muy importantes para nosotros y el medio ambiente.
El árbol que he escogido lo encontré en malas condiciones, ya que estaba en abandono; estaba sucio, un tanto seco, con las ramas caídas y alborotadas… Es por esa razón la cual decidí adoptar mi planta.
Comencé limpiando los alrededores de la planta, proseguí lavando las hojas, podándola, luego coloque piedras pintadas de blanco a su alrededor y termine regándole.
Es grata la satisfacción de haber contribuido con una pequeña parte en el bienestar de la sociedad, espero que así como yo muchas personas tomen conciencia de lo importante que es mantener en buen estado las plantas ya que es una de las prioridades para poder vivir.